Cartas sobre el calco

Detenerse:
Frente a la imagen
Frente a la imagen
Ha sido difícil no tener esta sensación de que estoy empezando estas cartas por el final. Es decir, que siento que empiezo por la idea más general ante esta práctica de calco que hemos venido adelantando, y que podría ser lo último que habría que decir sobre ella.
Quiero hablar de lo que veo con cierta distancia cuando me alejo y la veo en su mayor potencia, saliéndome un poco de nuestras obsesiones e intereses por el dibujo, de la clase de artes y su transformación o de la oportunidad de proponer una forma de práctica artística reflexiva a partir la acción de calcar. Incluso, más allá de la distención del tiempo en la práctica del dibujo o las nuevas posibilidades en su enseñanza, creo que el calco, así como esta lógica artesanal o la relación artesanal-temporal con las acciones que están empezando a configurarse, tienen como centro la posibilidad de detenerse.
Un detenerse que funciona en varios niveles, pero que en todos vuelve a la renuncia ante cierta velocidad, a pasar por alto, sintetizar, diversificar o cubrir muchos frentes simultáneamente; Y propone más bien, explorar a profundidad una sola acción, en este caso sencilla y en apariencia simple. Y que podría hacer parte del anhelo por volver sobre ciertas acciones con un nivel sublimado de la conciencia, sosteniéndose en ellas y pensándolas mientras se habitan una y otra vez. Del calco como posibilidad de ver de un modo en el que pareciera ser cada vez más difícil ver, uno detenido, que le otorga otro tiempo a la imagen capturada y fija.
Incluso en este momento, me parece que para tratar de ser justos y hablar de la misma manera en la que hemos venido procediendo en este proceso, debemos empezar mirando una imagen completa; que antes de escoger por dónde empezar a repisarla, a re-trazarla pensarla o a repetirla, quizá habría que escoger una imagen y mirarla un poco. Quisiera circularmente, encontrar la imagen sobre el detenimiento, la de quien puede detenerse ante la velocidad y diversidad de requerimientos o acciones que se le exigen y entregarse por completo a una sola labor. Incluso, la de detenerse sin ninguna labor.
En suma, quisiera empezar este ejercicio deteniéndonos ante una imagen para observarla y luego tratar de trazarla, entrar en sus detalles, desenvolverla en su infinitud y habitar en ella, que en ultimas podría ser todo lo que espero del calco; y propongo la imagen misma de quien a pesar de todo lo que puede exigírsele, se detiene. Una imagen que envidio, anhelo y cada vez más espero encontrar en el calco. Sin embargo, quizá podría haber una imagen más clara, simple o menos personal por la cual empezar.
Moisés, noviembre 2018

Últimamente me he observado a mí mismo observando algunos de los dibujos que he desarrollado a partir de calcos, me he dado cuenta que me gusta mucho observarlos largo tiempo y detenidamente, encuentro sobre todo fragmentos de ellos que me gustan mucho, me encuentro a mí mismo estudiando mis calcos. Esto me ha hecho pensar en las distintas capas de temporalidad que habitan el dibujo, llevándome a pensar la dimensión de detenerse de una forma amplia, en varios estados y capas.
Creo que hemos partido siempre de pensar el calco en cuanto dibujo, decidimos no enfrentarnos a un falso problema entre si hay o no distinción entre lo que es un dibujo y un calco, es más nos hemos ubicado muchas veces en la particularidad de este falso problema para trazar estructuras teóricas que nos han permitido discursar sobre el proyecto calco, sin embargo este ejercicio de observación de los calcos me ha hecho pensar que los dibujos desarrollados desde el calco cargan en si la metodología del calco aun después de concluidos. Es decir no en relación a que cargan en si su naturaleza, como quien puede hablar del proceso con el cual fue construida la imagen como desencriptándola, hablo de una forma de relación que uno establece con ellos, como si continuara calcándolos luego de concluidos.
Cuando habla de La posibilidad de detenerse, me parece que es una forma de mencionar un problema metodológico que habita el calco, y que como hemos hablado muchas veces lo conecta con la naturaleza del oficio. Detenerse como metodología es una apuesta que adquiere esta aura de trascendental y creo que es por ser una práctica transgresora en nuestra cotidianidad social, la imagen de aquel que se detiene a pesar - y yo diría muy a pesar – de lo que pueda exigírsele – y yo diría de lo que pueda costarle – es una imagen política, habla de una posición metodológica frente a la realidad, donde la observación
como elemento esencial cruza la acción de parar, y no porque en estas velocidades aceleradas en que nos encontremos la observación no se haga presente, hablo de una observación específica, intencionada más que como reflejo; conecto con esta observación que descubro desarrollo cuando observo los calcos concluidos.
como elemento esencial cruza la acción de parar, y no porque en estas velocidades aceleradas en que nos encontremos la observación no se haga presente, hablo de una observación específica, intencionada más que como reflejo; conecto con esta observación que descubro desarrollo cuando observo los calcos concluidos.
Creo que este ejercicio que nos hemos puesto de charlar a partir de cartas, es una forma de darle cierto espacio y tiempo a la palabra, de otorgarle peso
Nicolás Navas 2018